De la izquierda a la “reversa”
Adolfo Olmedo Muñoz.
Pocos en el extranjero, que no conocen al “kafkeano” surrealismo mexicano, se podrán preguntar con lógica cordura, ¿qué fue lo que le pasó a este país, que en unas cuantas semanas agita su actividad política tan desconcertantemente y brinda al mundo una imagen de salvajismo anarquista? Sin embargo, la respuesta es sencilla; las sanguijuelas de nuestra democracia a la mexicana se hallan en la fase de “regateo, de dinero y de poder” pero como no cuentan con partido u organismo oficial se lanzan desde el cobarde clandestinaje, para presionar al nuevo gobierno a que “pacte con ellos” y no con las verdaderas fuerzas productivas de la nación.
Se autonombran izquierdistas, socialistas y algunos más descarada y provocativamente, como anarquistas, pero se cubren cobardemente los rostros, lanzan una “molotov” y corren de inmediato a “esconder la mano”.
Orates exiliados de la razón y prófugos de la lógica de la cordura, el orden y la civilidad, y ¿por qué no decirlo?, desobligados de la responsabilidad viril de enfrentar sus discordancias por las vías del derecho y la acción política.
Simplemente, porque no tienen el valor, porque no alcanzan el tamaño; porque no son más que el “lumpen” de una sociedad de por si castigada. Y no me estoy refiriendo a la verdadera izquierda que alguna vez significara la honrosa cortina entre el imperialismo y la reivindicatoria lucha de los pueblos sometidos, no sólo de América Latina. México tenía una digna posición en la lucha de los países del Tercer Mundo.
Los hechos ocurridos el sábado primero de diciembre, con motivo de la toma de posesión de la primera magistratura de la nación por parte del priísta Enrique Peña Nieto, y que fueron el supuesto motivo de protestas ante el Palacio Legislativo y varios rumbos del centro de la ciudad de México, no tienen que ver nada con ningún tipo de proceso democrático.
Tras la consigna de “Si hay imposición habrá revolución” se percibe el asqueroso tufo de la corrupción de un aparato político anacrónico, disfuncional y gravemente oneroso a la nación, que permite la existencia de traidores al país.
No es posible ya pensar en que sea “sano” seguir manteniendo sanguijuelas de seudo partidos que como el PT, se han convertido en madrigueras de refugio, criadero y laboratorio de especímenes descerebrados anarquistas.
No es posible pensar que se pueda seguir tolerando ¡y subsidiando! a parásitos como Andrés Manuel López Obrador, cuya paternidad ideológica mesiánica, y no pocos recursos materiales; tensa los hilos de la tramoya de esta comedia que a final de cuentas no es más que una vulgar “luchita de fuerzas” para ver si el régimen (recién estrenado) afloja más recursos económicos y posiciones políticas. No se debe olvidar que el nefando AMLO amenazó ya con que constituirá un nuevo partido. Ni el estado ni la sociedad mexicana, debemos permitirlo.
Lo que es más, ni la verdadera ala socialista debe permitir que ese vividor logre sus perversas pretensiones. Creo que es más que claro el hecho de que el principal perjudicado con las lastimosas manifestaciones (provocaciones) del uno de diciembre, resultó ser, el más viable y serio candidato a la presidencia, por el ala socialista, a la elección del 2018, Marcelo Ebrad.
La actitud de los anarquistas, parece desarticulada. Y de hecho lo está, pero se corre el peligro de que los propios instigadores intelectuales de una revuelta, se vean superados por una turba de delincuentes infiltrados entre organizaciones civiles que tuvieron que padecer muchos años para alcanzar su reconocimiento y que hoy están en peligro de ser confundidas y satanizadas por igual, al lado de esa caterva de animales.
Y es que además, existe un peligro todavía mayor y es que una bola de mozalbetes desubicados, mental y socialmente, se conviertan en el parapeto de verdaderos organismos delincuenciales que como el crimen organizado, ha llegado a los extremos de la barbarie más aberrante en sus crímenes, que NO CREO que ningún perfumado “socialista” con nariz de burgués se atrevería a convalidar, como el desmembramiento descubierto en Torreón, de siete cuerpos; una de las centenas de macabras perfidias que se han ejecutado en los últimos años, y que se dio a conocer dos días después de los hechos vandálicos ya mencionados.
Pero a pesar de todo esto, creo yo, hay una pequeña luz al final del túnel. Para muchos ha sido un motivo de alarma y variados comentarios, la mayoría indicando un grave riesgo en el desarrollo político del país, pues se habla de un posible despeñadero del único partido autonombrado de izquierda que tiene un sitio relativamente serio en el espectro político nacional, el PRD.
Tras la suscripción por parte de su líder nacional, Jesús Zambrano, al Pacto por México, convocado por Enrique Peña Nieto y suscrito también por Gustavo Madero del PAN y Cristina Díaz, dirigente interina del PRI, los perredista se apresuraron (algunos) a descalificar la acción del dirigente nacional, alegando que es un pacto suscrito a título personal, pues no se consultó ante un consejo general.
También este hecho, para mi, es afortunado para los futuros movimientos en el tablero político, pues el PRD apresurará la purga de los lopezobradoristas que se mantienen tan sólo parasitando y en espera que su “jefe máximo” los llame a la “lucha” desde una nueva “trinchera”, cuando a la morena se le descubra su partido y el IFE les asigne otra partida, de algunos millones.
Cambiando de tema y en cuanto a los augurios para el nuevo gobierno de la República, la verdad es muy temprano para hacer un pronóstico, sin embargo, se revelan barruntos de tormenta, ante la lectura de algunos de los nombres de los miembros del gabinete de EPN. La magia del poder pudiera hacer que latifundistas urbanos se conviertan en latifun- distas agrarios.
Enrique Peña Nieto no la tiene fácil, las circunstancias se lo revelan desde el inicio de su mandato. Tendrá que actuar con mano muy firme y seguir contando con el apoyo de las fuerzas armadas, de lo contrario lo tomarán como un simple muñeco de aparador. Pienso también, que debió ocupar un espacio en el gabinete, Manlio Fabio Beltrones, creo que en Gobernación. A menos que lo tengan reservado para el “segundo tiempo” del partido.
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